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Pedagogía sitémica

Pedagogía Sistémica

Los principios que aporta la Pedagogía Sistémica contribuyen a humanizar la educación,  uniendo la mente y el corazón, dignificando las raíces y la identidad de todas las personas, fortaleciendo y ordenando la complejidad de los vínculos para que cada uno esté en su lugar, y así las nuevas generaciones podrán desarrollar al máximo sus potencialidades. Merce Traveset,2006

La aportación de la pedagogía sistémica es la capacidad de dar un modelo que ordena y estructura los procesos, las relaciones y por lo tanto el diverso y complejo mundo escolar. 

Desde este paradigma se ha detectado que ciertos desórdenes son la causa de conflictos y dificultades en las escuelas. Por ejemplo, un profesor que no ocupa su lugar de autoridad en el aula, un niño que siente que no tiene sitio en el grupo o un claustro que no se siente visto por dirección generan otros desordenes y conflictos que muchas veces no permiten ver cuál es la base del problema y poder ver dónde está la solución. 

Los problemas de aprendizaje o de integración de ciertos alumnos, las relaciones con las familias y la interacción del claustro pueden mejorar si atendemos estos desórdenes del sistema escolar y/o familiar. 

Algunos motivos de consulta están relacionados con: 

  • Formación para profesorado, educadoras...

  • Supervisión para profesionales de la educación.

  • Consultoría para equipos educativos.

 

La Pedagogía Sistémica una Pedagogía que cuida las raíces, los vínculos y las alas.

Dice un proverbio árabe: “Benditos sean los padres que dan raíces y alas a sus hijos”.

Las raíces nos dan nutrientes, fuerza y la experiencia de cómo los antepasados han resuelto sus asuntos y también nos muestran los errores que se cometieron para no repetirlos. Si la escuela honra las raíces de todos sus alumnos están dignificando su identidad y eso tiene un efecto potente, abre el corazón a todas las familias, todos sienten que tienen un lugar. Los valores que generan son la pertenencia, el respeto, el agradecimiento y la admiración. Esto se aplica a todos los ámbitos educativos, historia de la escuela, de los equipos, recorrido de los maestros, etc.

Los vínculos son las arterias por donde circula toda la información, emociones y creencias, son como una malla, nos dan calor, nos sitúan, nos dan seguridad, nos hacen confiar, nos dan fuerza, nos sostienen, nos conectan con nuestros sistemas y con alguna cosa mas grande. Frecuentemente también nos conectan con mucho desorden que hay en los sistemas y por ello necesitamos aprender a ordenarlos.

"Un ser humano, como árbol bien enraizado y con un tronco por el que circula la savia vincular en orden, extiende sus alas hacia horizontes infinitos de la imaginación, de las posibilidades y de la realización de sus sueños."

Entonces la educación se convierte en un viaje para hacer visibles las conexiones entre diferentes áreas del conocimiento, crear comunidad y para acompañar a los niños y jóvenes en las preguntas esenciales de su vida y para que puedan conectar con sus talentos.

Pensar con el corazón, sentir con la mente, Mercè Traveset i Vilaginés

(Publicado revista Cuadernos de Pedagogía octubre 2006 nº 360)

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